Se alojaba en el camino
con las manos sujetadas
con su marchar de agua grácil
y la mirada prendada
señales del mismo amor,
algo se rompió en mi pecho
de tanto como la amaba.
con las manos sujetadas
con su marchar de agua grácil
y la mirada prendada
señales del mismo amor,
algo se rompió en mi pecho
de tanto como la amaba.