18.6.11

Jorge Luis Borges sobre Julio Cortázar

Nadie duda de que Jorge Luis ha sido el más grande cuentista, por lo menos en lengua española en el siglo XX. El más grande opina sobre el segundo más grande. Es importante lo que dice, porque no muchos discuten que sea el más grande pero sí algunos discuten que don Julio sea el segundo más grande. No sólo que sea el segundo más grande sino también que sea uno de los grandes. Para esos que dicen que "el mejor Cortázar etc. etc. etc." (porque prefiero ni mencionar esas estupideces para no seguir alimentando enanos) aquí va lo que decía el gran despreciador. Borges sobre Cortázar, copiado de los prólogos de Borges a la Biblioteca Personal editado por EMECÉ:

"Hacia mil novecientos cuarenta y tantos, yo era secretario de una revista literaria, más o menos secreta. Una tarde, una tarde como las otras, un muchacho muy alto, cuyos rasgos no puedo recobrar, me trajo un cuento manuscrito. Le dije que volviera a los diez días y que le daría mi parecer. Volvió a la semana. Le dije que su cuento me gustaba y que ya había sido entregado a la imprenta. Poco después, Julio Cortázar leyó en letras de molde "Casa tomada" con dos ilustraciones a lápiz de Norah Borges. Pasaron los años y me confió una noche, en París, que ésa había sido su primera publicación. Me honra haber sido su instrumento.

El tema de aquel cuento es la ocupación gradual de una casa por una invisible presencia. En ulteriores piezas Julio Cortázar lo retomaría de un modo más indirecto y por ende más eficaz.

Cuando Dante Gabriel Rossetti leyó la novela Cumbres borrascosas le escribió a un amigo: "La acción transcurre en el infierno, pero los lugares, no sé por qué, tienen nombres ingleses". Algo análogo pasa con la obra de Cortázar. Los personajes de la fábula son deliberadamente triviales. Los rige una rutina de casuales amores y de casuales discordias. Se mueven entre cosas triviales: marcas de cigarrillo, vidrieras, mostradores, whisky, farmacias, aeropuertos y andenes. Se resignan a los periódicos y a la radio. La topografía corresponde a Buenos Aires o a Paris y podemos creer al principio que se trato de meras crónicas. Poco a poco sntimos que no es así. Muy sutilmente el narrador nos ha atraído a su terrible mundo, en el que la dicha es imposible. Es un mundo poroso, en el que se entretejen los seres, la conciencia de un hombre puede entrar en la de un animal o la de un animal en un hombre. También se juega con la materia de la que estamos hechos, el tiempo. En algunos relatos fluyen y se confuden dos series temporales.

El estilo no parece cuidado, pero cada palabra ha sido elegida. Nadie puede contar el argumento de un texto de Cortázar; cada texto consta de determinadas palabras en un determinado orden. Si tratamos de resumirlo verificamos que algo preciosos se ha perdido".

-Jorge Luis Borges-Historias Fugaces-

14.6.11

El Amenazado - Jorge Luis Borges

Tendré que ocultarme o huir. Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz. La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única. ¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras, la vaga erudición el aprendizaje de las palabras que usó el áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas, la serena amistad, las galerías de la Biblioteca, las cosas comunes, los hábitos, el joven amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche intemporal, el sabor del sueño? Estar contigo o no estar contigo, es la medida de mi tiempo. Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se levanta a la voz del ave, ya se han oscurecido los que miran por la ventana, pero la sombra no ha traído la paz. Es ya lo se, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo. Es el amor con sus mitologías, con su pequeñas magias inútiles. Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar. Ya los ejércitos que cercan, las hordas. (Esta habitación es irreal; ella no la ha visto.) El nombre de una mujer me delata. Me duele una mujer en todo el cuerpo.

(fragmento)

Jorge Luis Borges
24 de agosto de 1899 – 14 de junio de 1986

6.6.11

Leonard Cohen, fusión de poesía y música

El jurado concede el galardón al escritor y cantante canadiense, autor de una obra poética, novelística y musical que «ha influido en tres generaciones de todo el mundo»

Leonard Cohen, el canadiense de voz sorprendente que fue poeta antes que cantante, el hombre de 76 años que se define como «muy realista, ni romántico ni sentimental», es el nuevo «Príncipe» de las Letras. El autor de «Suzanne» y «So long Marianne», gran admirador de García Lorca, se alzó ayer con el galardón tras una reñida votación y una nueva decepción de una parte del jurado, presidido por el filólogo y director honorario de la Academia de la Lengua, Víctor García de la Concha, que viene reclamando en las últimas ediciones una mayor atención a las letras en lengua española. Trece años hace que este premio no se concede a autores hispanohablantes.

El jurado quiso subrayar la personalidad literaria de Cohen -es poeta y novelista- y su influencia en «tres generaciones de todo el mundo», al crear «un imaginario sentimental» en el que «la poesía y la música se funden en un valor inalterable».

La candidatura fue propuesta por un miembro del jurado de los premios cuyo nombre no ha trascendido por decisión propia, según fuentes de la Fundación Príncipe. Se premia a Cohen cuatro años después de haber concedido el galardón de las Artes a Bob Dylan.