6.1.10

“Sandro era un tipo muy sencillo”, músicos chilenos lamentan su partida


Sus participaciones en los festivales de Viña del ’68 y el ’75 y sus frecuentes visitas a programas televisivos de los ’80 hicieron que el gitano se vinculara con muchos nombres chilenos.

SANTIAGO.- “Vengo llegando desde Los Angeles y cuando me bajé del avión lo primero que me dijeron fue que Sandro había muerto. Fuimos amigos. Cada vez que venía a Chile él preguntaba por mí. Tomábamos un café o almorzábamos. Y nunca, ni siquiera en la mesa en medio de una cena, dejaba de fumar”.

José Alfredo Fuentes lo conoció incluso antes de que Latinoamérica estuviera a sus pies. Ocurrió en Buenos Aires, en 1967, poco después de que Sandro dejara el grupo Los de Fuego para convertirse en solista e iniciar una vida como “el Gitano”. El cantante chileno viajó a la capital argentina para competir en el primer festival de la canción porteña y se presentó con “Llegará”, pieza escrita por el autor chileno Nano Vicencio.

“Pero con esa canción no pasó nada después. Yo salí tercero y Sandro arrasó en el primer lugar con la canción ‘Quiero llenarme de ti’, que fue uno de sus primeros éxitos. Recuerdo que la gente en Buenos Aires hablaba de que Sandro podía ser una nueva estrella en ese año. Era el favorito, aunque aún no era todo lo conocido que llegó a ser en los ’60 y ’70. Cuando cantó yo me fui atrás del teatro para poder verlo y claro, Sandro era otra cosa. Creo que para ser una estrella no es necesario sólo tener una gran voz. Hay que ser un gran intérprete en escena y eso era Sandro", recuerda Pollo Fuentes.

Canturreando en Santiago de Chile

El director Horacio Saavedra ha sido conocido por el público a través de los tiempos como el hombre que ha orquestado los festivales de Viña del Mar, sin embargo jamás pudo dirigir a Sandro en sus participaciones en la Quinta Vergara. “Es que él fue el primer músico que empezó a venir con sus propias orquestas, sus propios músicos y su propio director. Era una estrella a nivel Latinoamericano”, cuenta Saavedra.

Claro que su oportunidad de trabajar con el argentino se dio tiempo después de esa participación en Viña en 1975. Ya en los años ’80, cuando actuaba como orquestador del famoso programa de conversación de Raúl Matas “Vamos a ver”, Horacio Saavedra tocó para Sandro.

“Fue una improvisación absoluta. Estábamos con Gloria Simonetti y Sandro charlando con Raúl Matas y de pronto tuvimos que montar un medley de canciones ahí mismo. Fue una noche que yo recuerdo muy bien. Sandro no era nada de divo, era más bien introvertido y muy sencillo. Y siempre estaba fumando. Lo que ocurrió es terrible pero también es un aviso para la gente que fuma”.

Si bien Peter Rock no fue tan cercano a nivel personal como José Alfredo Pollo Fuentes ni le tocó compartir escenarios como a Horacio Saavedra, hay un denominador común con Sandro y tiene que ver con la estética musical. Ambos se inspiraron en Elvis Presley para iniciar sus carreras solista en Santiago y Buenos Aires. Peter Rock lo hizo ya en 1958 y Sandro estalló a nivel Latinoamericano diez años después.

“Creo que su grandeza musical está en la manera de interpretar las canciones, en su calidad vocal y en la capacidad de llegar a hombres y mujeres por igual. Es un nombre que reunía talento en sí mismo. Con eso se nace, no se compra ni se aprende. Es un ícono del pop sudamericano y creo que llegará a ser recordado en Argentina con Carlos Gardel y otros grandes. Yo no lo compararía con nadie”.