10.1.11

Generaciones de niños lloran a María Elena Walsh

Falleció María Elena Walsh, poetisa argentina de prolífico calado en el imaginario argentino. Autora de decenas de canciones que con inocentes letras, llenas de elegante humor, acompañaron el crecimiento de niños a lo largo de década.

La poetisa había nacido el 1 de febrero de 1930, y ya desde adolescente asomaba como una saliente pluma. En 1948 publicó por primera vez en la histórica revista “Sur”, y compiló su novel obra en “Otoño imperdonable”. Impulsada por el español Juan Ramón Jiménez, viajó con él a Estados Unidos. Luego volvió a su país, vivió en Francia, y regresó a la Argentina para en los 50’ ingresar definitivamente en los pergaminos de la literatura latinoamericana como una artista que supo comunicarse con los niños y encantarlos con su música y poesía.

“Manuelita”, “El país de nomeacuerdo”, “El reino del revés”, son clásicos de la literatura infantil que en forma de libro, canción, u obra de teatro constituyen un pilar de la cultura argentina contemporánea. Entre su obra se cuentan 40 libros infantiles y más de 20 discos.

Pero Walsh no sólo se destacó por su cancionero infantil, sino que también será siempre recordada por la composición “La Cigarra”, contundente metáfora de la Argentina de los 70. “Tantas veces me mataron, tantas veces me morí, sin embargo estoy aquí, resucitando. Gracias doy a la desgracia y a la mano con puñal porque me mató tan mal, y seguí cantando”, escribía aquella vez en palabras que quedaron grabadas para siempre en el corazón sudamericano.

En “Serenata para la tierra de uno”, Walsh también habla a las entrañas de los argentinos: “Porque me duele si me quedo, pero me muero si me voy, por todo y a pesar de todo, mi amor, yo quiero vivir en vos”.

En febrero de 2010 había sido distinguida en España con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, por el Consejo de Ministros. Otros reconocimientos la acompañaron en sus últimos años, pero quizá el mayor de ellos sea el que generaciones de argentinos hayan crecido con sus disparatadas palabras y madurado con su sutil ironía.

Los argentinos y seguidores de su obra podrán reabrir estén donde estén la puerta de la nostalgia para viajar a Pehuajo con Manuelita, y buscar a la naranja que se pasea y la reina batata en el reino del revés, donde un año dura un mes.

Fuente: cope.es