5.10.13

ODISEO EN BARCELONA





Si nunca hubiese vuelto.
¡Cuánto mejor si nunca hubiese vuelto!
Navegaban conmigo Nausícaas y Penélopes,
las llevaba tatuadas en mis brazos
para tener su rostro ante mis ojos
y no olvidarlas nunca.
Pero la piel se me ha arrugado
y las celestemente jóvenes
parecen ahora ancianas damas.
Si nunca hubiese vuelto.
Llegué con las orejas taponadas
para no ser esclavo del hechizo
del canto aquel que nunca llegué a oír.
Y hallé cipreses góticos,
piedras y seres que jamás soñé,
palabras diferentes,
y no estaban mis islas,
o acaso fueran sólo un sueño mío.
Si nunca hubiese vuelto. Pero he vuelto,
Y aquí estoy otra vez, acariciando
este puñado de humo. 
JOSÉ HIERRO   (Cabotaje, 1988)