16.2.09

Letra propia


Se mece la efímera estrella que oscila igual a un tallo entre aguas displicentes mi esencia de pretensión, y es allí el vacío, toda la aguja del invierno.
Indecente como la misma muerte de antes del comienzo, su rigidez fragante circula muda hasta el sin fin del ruido que asola el sentido.