16.2.10

CARMEN ROSALES VERA

Profesora, autodidacta de las letras. Nace en Santiago en 1971. Se define como una poeta contemporánea que juega con el contenido, el manejo del léxico y los diálogos. Sus lecturas principales han sido la mitología griega y celta, los poetas de la generación del 27 y el irlandés William Buttler Yeats, entre otros. En 1994 su examen de título, dirigido por el profesor, escritor Manuel Alcídes Jofré, consistió en una recopilación de todos los poemas publicados en Chile durante los años 1970-1973, en contraste con todo lo que se había registrado como propiedad intelectual en el campo de la poesía chilena de ese período.

CONVERSACIONES CON MI ESPEJO

¿Un reflejo que se desvanece?
¿Un reflejo que gira sobre su propio eje?

¿Un reflejo cansado de mirar los rótulos?
¿Un reflejo enamorado de sí mismo?

Un canto triste
se apodera de mis horas
es tan frágil ser espejo, Arianna,
es tan sutil la distancia
entre los dedos y tu reflejo.

Me llamas
desde el espejo
deseos de abandonar todo
para ir a ese mundo
en que todo se mide al revés

¿Un reflejo secuestrado de una revista?
¿Un reflejo que proyecta sombras?

Una tarde deliciosa,
esconderse en la alberca con agua tibia
y añorar el juego de peces
¿recuerdas?
cómo mi corazón latía frente a tu mirada severa
cómo mis lágrimas se secaban con tu risa
cómo jugábamos a ser estatuas de mármol?
<>¿un reflejo es un reflejo?
¿Un reflejo escondido en mi retina?

Una noche
frente a ti
descubrí mi hermoso cuerpo
reflejado
era pálido
azucarada las mejillas
los labios encendidos
me habían besado
era mi primer beso
Tú te reíste
dijiste que no sería la última vez
y claro
no lo fue...

¿reflejo de miradas enamoradas?
¿reflejo de muchacha con el torso desnudo?

Me casé
¿lo recuerdas?
te trisaste
y ocultaste el rostro
para fingir las lágrimas,
yo malinterpreté tus lágrimas
supuse un adiós
una lluvia de adioses
un trueno en mis oídos
no me percaté que también
lloraba
Y esa noche me alejé
para recorrer el mundo...

Sé que sigues ahí
frente al descanso de la escalera...
no obstante,
sé que no me esperas

¿un reflejo se quiebra cuando
se da cuenta que está enamorado?
¿un reflejo calla cuando sabe
que ha olvidado a quien amaba?

He sido feliz,
desde que te dejé esa tarde
he visto soles y lunas
y he decorado mi vida
con las dulces luces otoñales
Dime
y
tú, espejo
¿Aún sigues amando todos los reflejos?

LA VENGANZA

Escogiste el número más sagrado y misterioso
y te colgaste durante nueve días
y nueve noches para obtener sabiduría
Me señalaste que así obtendrías poder y conocimiento
una prueba a tu evolución
y yo sentí como el granizo se descargaba sobre mis hombros
destruyendo mis siembras
todo porque deseabas reconocer
el misterio de tu historia personal
entregándote a la mística sensación
de tu re-encuentro...

Tal vez el veneno lo portaba yo
en el cúmulo de sensaciones que embargaban mis sentidos
tal vez mostré mi parte oscura
sin medir los sacrificios
con las manos abiertas
y los pies bien plantados
seguí mi sino
y comencé mi deambular
permaneciendo en movimiento como las olas
con el odio alojado a mi costado

Supliqué a los cielos
con mis manos de sangre
enarbolando mi venganza
al borde de los límites
mi locura enhiesta
mi cordura pisoteada

*
Podrías acercar tus labios,
Podrías acercar tus manos
Y trepar por mi vida
Como la hiedra trepa por las piedras...
Podrías detenerte frente a mi ventana
Y obsequiarme un beso desde los cristales
O simplemente detenerte y hacer que el tiempo
Y sus brújulas dirijan sus manecillas hasta donde yo me encuentre...

Tan sólo eso, espero...
Un amanecer que encienda mis mejillas,
Un amanecer en el cual mirarme y hundirme...
Eso espero...
Espero que tú un día me cubras los ojos con tus manos
Y detengas las horas,
Los días
Y las semanas...
En una esquina cualquiera,
En una calle anónima,
Tú te acerques
Y me sorprendas,
Me sorprendas con tu presencia
Y recortes para mí las estrellas que hoy se niegan a mirarme...

Tan sólo eso espero...
Espero que te confundas con mi aroma,
Que caigas a raudales sobre mí como la lluvia
Y que nos confundan en las calles,
Que nadie sepa dónde termina mi vida
Y comienza la tuya,
Que nadie pueda distinguir de qué hilos estamos cosidos...
Tan sólo espero que puedas besar mi sombra y ser una con ella...

Espero todos los días que amanezca y te duermas en mí...