18.2.10

VANESSA DÍAZ MARIN

Antofagasta. Psicopedagoga y poetisa de la II región, quién también incursionó algunos años en el teatro y en la música, cantando y tocando instrumentos tales como la guitarra, el teclado y la percusión. Tuvo una activa participación en grupos musicales y obras teatrales de la región. Se presentó en obras del género dramático con narrativa y poesía, en diversos concursos literarios, entre los que se destacan los convocados por empresas mineras, por la caja de compensación Los Andes, entre otros. En todos ellos obtuvo el primer lugar e importantes premios a nivel regional y nacional. Ha realizado talleres literarios y de animación socio-cultural para adolescentes en riesgo social.

Cáncer de alma

La sangre que brotaba como espuma de mi corazón ardiente,
no la viste más,
¡porque yo me hice la valiente!
La quejumbrosa pesadilla de perderte a cada momento,
se hizo real corriendo el velo de mi locura.
Tus cabellos pegados en mi almohada
se fueron con el viento y mi cuerpo perdió toda cordura.
Llorando grité tu nombre.
Porque me habías abandonado,
te sentí mi Dios y, al no verte nunca más,
nació un violento demonio en mí…
Te odié.
Fui una hoja de otoño en primavera,
tratando de construir castillos sobre otros derribados.
Conté tantas estrellas en el cielo,
mientras trataba de olvidarte.
Subí a la que más brillaba
y, sentándome en una de sus puntas, me puse a cantar…
A capela…

Alma pútrida

Mi corazón se reventó en tus manos.
Quedaste llena de sangre y yo…
muerta en vida.
Mis ojos quedaron ciegos de fe,
me diste de beber tus lágrimas.
Agonizaron mis ojos un poco más…
Mi boca quedó abarrotada de besos rotos…
Tu boca hizo el luto…
Volé hacia la oscuridad,
la luz de mi pasado ya no era luz,
sólo era la sombra de un recuerdo fructuoso.
Quise volver, retomar la esperanza,
pero mis pies estaban ensangrentados de errores
y de caminos mal tomados por encontrar el rumbo.
Me diste la vida; pagué con la muerte.
Nos dimos el alma;
ahora lloran dos cuerpos inertes…
Sólo fuimos dos apasionadas ilusiones,
buscando en la inmensidad de la noche
un simple suburbio llamado amor…
Yo ya he muerto antes y te sigo queriendo…
Dime cuándo morirás…
Dime cuándo…

Madrigales febriles

Tu sabia en mi flor…
Tus dedos recorriendo mi tallo…
Tu lengua invadiendo mi alma,
tú, tú, tú me llenas toda.
Tus brazos rodeando mi espalda…
Tu ombligo bailando en mi vientre…
Tus labios cantando en mi cuello,
tú, tú, tú me llenas toda.
Tú sangre en mi sangre,
dos cuerpos sangrantes,
desnudos, enloquecidos…
¡Desbordantes!
Dos nubes empapadas de amor,
dos rosas floreciendo en la cama,
dos gemidos compenetrados en una misma historia…
¡Tú, tú, tú!... Me llenas toda.

Amor

Amor, palabra que convirtió mis ojos en nubes de invierno.
Amor, sentimiento penetrante castrador de almas.
Amor, poesía vivencial que mata y resucita.
Amor, postre del dolor, fuego que quema…
Amor, sentimiento embriagador de mentes.
Amor, convulsión que desangra el cuerpo,
haciéndonos desembarcarlo en otros como un profundo abismo.
Amor, palabra que todo lo puede y todo lo alcanza.
Vértigo que asota el espíritu y nos vuelve infantes.
Amor, plenitud del tiempo en destiempo.
Estremecimiento ardiente…
Amor.
Dos que aman un mismo destino.
Dos que sienten a Dios en un mismo universo.
Se hace verdadero cuando,
si termina, morimos…

Magia Sempiterna

¿Te imaginas tú y yo flotando en una taza de café sobre un pedazo de azúcar mal diluido?
¿Te imaginas tú y yo sentados sobre la luna, comiendo galletas de chocolate?
¿Te imaginas tú y yo durmiendo sobre el lomo de un perro como dos traviesas pulgas enamoradas?
¿Te imaginas tú y yo flotando por un río en un barquito de papel?
¿Te imaginas tú y yo sentados sobre el tejado como dos gatos en celo esperando a que salga la luna?
¿Te imaginas tú y yo juntos para siempre?
¿Te imaginas tú y yo bailando sobre el sol el ritmo de la Lambada?...
¿Te imaginas tú y yo superpuestos en un pastel de cumpleaños
como dos velitas chispeantes a punto de encenderse por el furor de cumplir una año más?
¿Te imaginas tú y yo, como el agua y el aceite, por fin siendo amigos?
¿Te imaginas tú y yo como el violín y su arco, componiendo una canción de amor?
¿Te imaginas tú y yo... juntos para siempre?

Beso

"Beso... roce de rosas rojas,
aguas que se mezclan,
juego que se torna fuego...
Beso... tus labios y los míos,
yo la rosa y tú el rocío...
Un beso más un beso,
son dos besos y un navío hacia tu lengua...
Beso... la conexión de dos universos...
Beso beso beso...
¡Sí!... Beso...
Tu silencio... y mi paz...
Mi furor y tu locura...
Un canto del alma...
¡Simplemente un beso!
refugiado...
en un simplemente verso...
Tu boca y la mía...
dos bocas estremecidas...
Te muerdo, lloras y sangras
me mojas, río y resurjo...
Beso... beso, beso...
¡Sí!... Beso...

Sadismo

Voy a ser la ramera que endulza tus noches,
hasta romperte en dos el alma.
No tendré compasión mientras me froto sobre tu cuerpo.
Te mataré a golpes de besos,
a golpes de orgasmos,
no me jactaré de lamerte hasta los huesos.
Rasguñaré tu espíritu,
morderé tu corazón,
te arrancaré la vida,
acabarás de morir en mi piel.
Guardaré tu sangre en un frasco,
beberé unas gotas cuando te extrañe
y en una botella de perfume
guardaré mis lágrimas con traumas,
para luego dártelas a oler.
Morirás en vida.
Pagarás…
por haberme denigrado…

Agónica

Ella ya no sangra,
el tour por sus venas se ha estancado,
su dermis ya no brilla junto al sol.
Ella está muerta…
Ella ya no llora,
fenecieron sus lágrimas,
sus ojos ya no parpadean.
Ella está muerta…
Ella ya no sufre,
se agotaron sus fuerzas,
sus labios ya no cantan.
Ella está muerta…
Ella ya no ríe,
se ha sellado su boca,
sus latidos al compás del reloj sólo indican…
que ella está muerta… ¿Muerta?...
Ella ya no cree,
se han acabado sus esperanzas,
su imagen ensimismada sólo refleja…
que ella está muerta…
Ella está muerta sí…
Muerta…
Muerta…
¿Quién la mató?...